Nace en 1.893 en el seno de una familia de labradores en la localidad zaragozana de Tosos, es el 8º de los hermanos y único supervivientes de todos ellos.
A la edad de 10 años, después que la filoxera acabase con todas las viñas de la comarca, tiene que emigrar junto con sus padres a Zaragoza. Instalada la familia en la capital asiste a la escuela de los Padres Escolapios para pasar posteriormente a la de los Graneros, tres años mas tarde ingresa en la Escuela Normal de Magisterio y pese a tener que alternar el estudio con el trabajo en el negocio familiar, con mucha voluntad y trabajo consiguió a los 16 años ser Maestro Elemental y con 18, Superior.
Su primer destino como maestro interino es en Villar de los Navarros, donde permanece durante 19 meses, cesando al tomar posesión el maestro propietario de la plaza. De vuelta en Zaragoza solicita nuevo destino y es nombrado maestro interino de Cabanillas (Navarra), donde permanece 2 años.
Prepara y gana oposiciones para el distrito de Zaragoza, haciéndose cargo del primer grado de niños en la Escuela Graduada de la Ribera.
En 1.919 contrae matrimonio con Leoncia Dionís Mainar, de Tosos, y fijan su residencia, primero en la calle San Jorge, trasladándose un año después a la de Boggiero y posteriormente a la calle de San Blas, donde nacen sus dos primeros hijos.
Colabora en la prensa regional, principalmente en El Magisterio Aragonés y El Noticiero, en 1.924 solicita la dirección de una escuela en el casco de Zaragoza y se le adjudica la dirección de la Escuela Cándido Domingo, sita en la calle Sobrarbe. Para mejor atender sus funciones se traslada a vivir a la calle Jesús, muy próxima a la escuela, y de donde ya no se movería.
Durante los años convulsos de la guerra civil siguió desempeñando su cometido y pese a las presiones del entorno social tan politizado, consigue que sus alumnos sigan asistiendo a clase con relativa normalidad. Promueve la asociación de antiguos alumnos y participa en un gran número de actividades relacionadas con la docencia.
En 1.961 es galardonado con la Cruz de Alfonso X el Sabio en premio a su labor docente durante su vida profesional. Al año siguiente el Ayuntamiento le entrega un premio en metálico de 3.000 pesetas en reconocimiento a sus servicios a la ciudad como decano del Colegio de Huérfanos del Magisterio.
En 1.963, cumple los 70 años y por tanto supone la jubilación forzosa, cesando como director de la escuela Cándido Domingo, después de 52 años de ejercicio profesional, de ello cerca de 39 años en dicha escuela.
Se le tributa un merecido homenaje y el Ayuntamiento de Zaragoza, siendo su alcalde Luís Gómez Laguna, le concede la Medalla de Plata.
Tras su retiro definitivo de la enseñanza se dedica a colaborar con entidades benéficas y asociaciones culturales, incluso se anima a escribir artículos que se publicaron en los diarios de la época, El Noticiero y Amanecer. También escribe unas detalladas e intimas memorias, de las cuales hemos obtenido este texto.
En 1.968 la Diputación Provincial le concede el premio San Jorge por sus méritos en la profesión y por sus servicios y trabajos a favor de la Ciudad. Junto con él fueron premiados el ex rector Juan Cabrera, el notario Francisco Palá, la pianista Pilar Bayona y el agricultor, de Gallur, Angel Sierra.
El Ayuntamiento de Zaragoza le dedica la Escuela Nacional de Movera.
Pasó sus últimos años en La Puebla de Alfindén, en casa de su hijo Pedro que ejercía allí de médico y falleció en Zaragoza el día 17 de Junio de 1.989, a los 96 años.
"Cuando se trabaja con fe y con alegría no se tiene derecho a nada, ni siquiera al éxito; se está pagado de antemano"
(Sacha Guitry)
