Torre de Santa Engracia

Es conveniente dar un pequeño repaso a la Historia con mayúsculas para entender con mayor claridad la vinculación de Fernando II de Aragón, conocido universalmente como el Católico, con los Monjes Jerónimos y, por consiguiente, con la Torre de Santa Engracia.

Juan IIJuan II de Aragón fue el monarca más longevo de su época, falleció a los 81 años; durante años padece de ceguera debido a las cataratas, en 1.468 es operado con éxito en el palacio de la Aljafería por el rabí leridano Crexques Abiatar. Recuperada la visión, tanto el Rey como el pueblo atribuyeron el merito a la intercesión divina de la mártir zaragozana Santa Engracia a quien el rey se había encomendado y hecho voto de que si recuperaba la vista mandaría hacer Iglesia y Monasterio de la Orden de San Jerónimo.

Juan II, debido a los acontecimientos acaecidos durante su reinado, no pudo cumplir la promesa de fundación. Su situación financiera era desesperada. No obstante, llevo a cabo gestiones encaminadas a conseguir una dotación económica por parte de las Cortes Generales de Aragón.

 A su fallecimiento, en 1.479, le sucede su hijo Fernando II quien asume como suya la promesa de su padre a los Monjes Jerónimos.

Fernando IITampoco el rey Fernando pudo cumplir de inmediato la voluntad testamentaria de la fundación monástica, que se retrasó hasta 1.493 cuando el momento era propicio. Finalizada la conquista del reino de Granada, cuya guerra había capitalizado todos los recursos financieros de la corona, el monarca pudo destinar para la dotación del monasterio parte de los bienes confiscados a los judíos por la Inquisición. Con anterioridad a esta fecha, Fernando el Católico ya había hecho gestiones diplomáticas con la curia romana destinadas a obtener los permisos necesarios para la fundación monástica, su dotación y la solución de problemas de tipo jurídico.

Una vez solventadas las cuestiones administrativas, se preocupó de que la comunidad monástica estuviese bien abastecida y no sufriese de agobios económicos, mandando comprar huertos y tierras que suministrasen lo necesario para el sustento y mantenimiento económico de la orden. También les concedió privilegios, como el de poseer matadero propio, lo cual suponía un ahorro considerable.

El 6 de Abril de 1.496 el rey Fernando encarga a Garci Lasso de la Vega, embajador en Roma y padre del célebre poeta, que consiga del Papa Alejandro VI (Rodrigo de Borgia) los breves necesarios para compensar, en forma propuesta, al Monasterio del Val de  Hebrón de Barcelona, por su renuncia a una torre y 400 cahíces de tierra en Zaragoza, que habrían de unirse al Monasterio de Santa Engracia.

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(Documentos sobre relaciones internacionales de los Reyes Católicos)

Como podemos observar en el documento, en contra de lo que se cree la torre no fue fundada por el Rey, ya existía como tal y el propietario era Jerónimo de Mur, ciudadano de Zaragoza. Esta valiosa propiedad tenía anexa una granja o vaquería.

Los religiosos se retiraban dos veces al año para gozar de unos días de descanso en este lugar apartado y rodeado de huerta. Mantienen la propiedad aunque esta peligra por el decreto de desamortización dictado por el gobierno de José Napoleón que suponía la expropiación forzosa y subasta pública de las tierras y bienes de la Iglesia hasta entonces intocables.

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Finalizada la Guerra de la Independencia corren malos tiempos para la finca que gestionada por un administrador general (Fermín del Plano) se ve continuamente saqueada sin ningún tipo de miramiento. Finalmente en septiembre de 1.809 se previno en la torre un destacamento de ocho soldados y un sargento, pero aún a pesar de estas medidas, el pillaje continuó de forma continuada.

Pese a los esfuerzos del Estado por vender la finca, en 1.811 todavía estaba sin adjudicar y las tierras fueron arrendadas por parcelas a campesinos mayoritariamente de Pastriz: Josef Puértolas, Juan Rocha, Josef Pérez, Antonio Terrada, Francisco Bela, Manuel Pérez, Luis Pérez, Silvestre Malandía, Vicente García, Francisco Malandía y Ramón Viela.

Un bulo que existe sobre esta torre es la creencia de que Agustina de Aragón pernoctó en ella el día en que un grupo de patriotas se desplazaron a La Alfranca para proclamar a Palafox líder de la resistencia zaragozana en defensa de los invasores franceses. Si repasamos su biografía, ese día, el 25 de Mayo de 1.808, verificamos que Agustina Zaragoza no se encontraba todavía en nuestra ciudad, además en el documento en que se relacionan los nombres de los integrantes del grupo no figura la que sería más adelante heroína de los Sitios.

http://www.zaragoza.es/ciudad/usic/archivo/detalle_Fondo?id=18128

A partir de 1.814 los monjes recuperan la propiedad de la finca, pero los arrendadores continuaron en el disfrute de las tierras. Años después, durante el trienio liberal (1821-1823), de nuevo todas las fincas de conventos y monasterios fueron expropiadas, tasadas y sacadas a subasta. Porciones de la torre fueron adjudicadas a diferentes compradores.

Finalmente es Francisco de Lazcano quien se hace con la propiedad de la Torre, según podemos deducir por este anuncio que aparece en La Gaceta de Madrid el día 29 de Mayo de 1.853:

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En 1.860 y según consta en el padrón de ese año, su propietario es Ramón Iriarte Azpiroz; con posterioridad la propiedad pasaría a Martina Iriarte Aguerrizabal y su marido, Antonio Casaña Pérez.

En 1.892, tras la demolición de la Torre Nueva, maravilla del mudéjar, Antonio Casaña compró y guardó toda una serie de materiales obtenidos del derribo, entre los que se encuentran un valioso conjunto de piezas de cerámica, azulejos, rejas e incluso la propia puerta de la Torre Nueva que, poco después, se acomodaría en la torre de Santa Engracia.,

Ese mismo año, el 29 de Diciembre, un suceso conmociona la tranquila vida de los habitantes de la torre y de sus vecinos, un grupo de tres bandoleros asalta la vivienda y se produce el asesinato de Ramón Vilellas, de 70 años de edad, resultando herido su hijo Espiridión.

Este acontecimiento fue noticia a nivel nacional y el periódico La Derecha en su edición del día 30 de Diciembre de 1.892 informa:

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Las diferentes reseñas periodísticas se pueden ver en la página Prensa – 18921230 – Asalto a la Torre de Santa Engracia.

Aunque en la noticia se indica que el propietario es Manuel Prado, entiendo que se trata de un error periodístico, pues no existe constancia alguna de este dato, si es cierto que esta persona era propietario de tierras adyacentes.

La propiedad de la torre se transmite por herencia a las familias Casaña-Iriarte, Poza-Casaña y Martínez de Baños-Casaña y la posesión se mantiene hasta que en un momento dado pasa a la Compañía La Montañanesa.

 

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En 1.970 se produce la permuta entre La Montañanesa y el Ayuntamiento de Zaragoza.

El 9 de Abril de 1.970, siendo alcalde Cesáreo Alierta, el Ayuntamiento de Zaragoza, entre otros acuerdos, decide:

Efectuar la permuta de terrenos entre el Excelentísimo Ayuntamiento de Zaragoza y la Sociedad Mercantil “La Montañanesa, S.A.” que a continuación se describe, por parte municipal: Torre con casa, denominada “Torre del Catalán”, sita en el término de Mamblas, de esta Ciudad, de cabida, hoy, 5 hectáreas, 39 áreas, 87 centiáreas. Lindante: por norte con olivar de don Francisco Martorell, por mediodía con finca segregada de esta propia hoy de la Compañía Mercantil “La Montañanesa”, por oriente con acequia y esta Compañía y por poniente, con tierras de don Juan Tomás.

Figura inscrita en el Registro a nombre de la Casa de Amparo de Zaragoza. Esta finca sufrió dos segregaciones de 1.978 metros cuadrados y de 3.700 metros cuadrados, respectivamente, por ventas a “La Montañanesa, S.A.” siendo, en consecuencia la situación y cabida actual de la finca la de dos parcelas, una de 45.750 metros cuadrados y otra de 8.627,9 metros cuadrados.

La nuda propiedad de esta finca, que es lo que se permuta, corresponde a este Ayuntamiento, por cuanto la Casa de Amparo es propiedad municipal, siendo el usufructuario, a virtud de compraventa privada pendiente de formalización en escritura pública “La Montañanesa, S.A.”.

Por parte de “La Montañanesa, S,A,” se ofrece en permuta: la finca denominada “Granja de Santa Engracia” sita al término de Movera, al oeste de la carretera de Santa Isabel a Pastriz y a la altura del kilómetro 5, de una superficie total de 61.585 metros cuadrados y compuesta de 4 parcelas.

El valor de los terrenos a permutar se fija en 90 pesetas el metro cuadrado de conformidad con los índices de valoración correspondientes a la zona 30ª que es a la que estas fincas pertenecen. Asimismo se estima que el valor de la casa que existe construida en una de las parcela ofrecidas por “La Montañanesa, S.A.”, es de 500.000 pesetas. Se autoriza al Señor Alcalde para la firma de cuantos documentos fueren precisos a fin de formalizar debidamente esta permuta.

Libro de Actas del Ayuntamiento de Zaragoza (tomo 392, año 1.970)

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El 25 de Noviembre de 1.972, siendo alcalde Mariano Horno Liria, el Ayuntamiento de Zaragoza, entre otros acuerdos, decide:

Ceder gratuitamente, con carácter provisional, a la Caja de Compensación y Reaseguros de Mutualidades Laborales del Ministerio de Trabajo, una porción de terreno de 12.000 m2 de superficie, sita en la denominada Torre de Santa Engracia, de propiedad municipal. Esta cesión gratuita se lleva a efecto en beneficio del servicio de asistencia a los ancianos, dependiente de la Dirección General de la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo.

Libro de Actas del Ayuntamiento de Zaragoza (tomo 409, año 1.972)

El 27 de Febrero de 1.975, en sesión extraordinaria, siendo alcalde Mariano Horno Liria resuelve:

 Autorizar la cesión del uso de un terreno en la Torre de Santa Engracia, parte posterior de la zona entregada al Ministerio de Trabajo, de propiedad municipal, de una superficie de once mil setecientos metros cuadrados, a la Alcaldía del Barrio  Movera para la ubicación de un campo de fútbol para esparcimiento de los jóvenes del barrio. Dicha cesión se realiza a precario, reservándose el Excelentísimo Ayuntamiento la facultad de decretar la caducidad de la misma cuando lo considere oportuno, sin que por este motivo los concesionarios tengan derecho a formular reclamación ni a percibir indemnización alguna. El ilustrísimo señor Alcalde expresó su satisfacción y quiso resalta la importancia de este acuerdo, ya que, aún siendo a precario, se cede un terreno que va a favorecer la expansión de la juventud de ese sector, cuya necesidad se pudo apreciar en las visitas giradas al mismo. Por tanto, felicitó a la Comisión de Propiedades y al Sr. Delegado de Barrios por esta resolución, que constituye una indudable mejora para los vecinos de Movera.

Libro de Actas del Ayuntamiento de Zaragoza (Febrero, 1.975)

Durante años el Ayuntamiento la dotó del mobiliario adecuado y de los recursos necesarios. El mantenimiento y vigilancia de la torre estaba a cargo de Ángel Arias y familia que con su buen hacer la mantuvo en perfecto estado y fue orgullo del barrio.

Aunque infrautilizado se supo mantener este singular edificio, pero pese a que en el año 2.008  se invirtieron, por parte del Ayuntamiento, 200.000 euros en reformas y a iniciativa de un partido político se propuso darle un uso cultural o cuando menos que fuera accesible a los vecinos del barrio, el servicio municipal de Patrimonio, de quien depende este espacio, emitió un informe en el que se descarta la apertura al público.

Informe Histórico – Artístico (Archivo Municipal)

IHA_02Es un edificio de planta ligeramente rectangular que consta de las tres plantas (B + principal + ático) rematado en alero. Está edificado en ladrillo visto y zaboyado en sus fachadas (excepto la que da a la carretera que está revocada) y en ellas se reflejan las distintas fases o momentos de reforma que a lo largo del tiempo ha sufrido la casa. A través de un cercado y del portal abierto en el mismo, se accede a la casa rodeada de jardines por su fachada principal. Sus cuatro balcones con elegantes enmarques rematados por altas cornisas y los de los vanos de la planta baja que sirven de basamento a aquellos, reflejan el gusto por la estética academicista imperante en la primera mitad del siglo XIX. Las otras dos fachadas mantienen las características originales del edificio, incluso conservándose en una de ellas parte de un mirador de vanos de arco de medio punto. Un rafe de dos hiladas de esquinillas en saladizo corona todo el edificio.

Sobre la cubierta a cuatro vertientes, se alza en el centro el cuerpo octogonal que remata la cúpula de la IHA_04caja de la escalera, en cada uno de los lados del octógono, flanqueada por sendas pilastras, se abren vanos en arco de medio punto. Un gracioso torreoncillo de planta cuadrada corona el conjunto. Las fachadas como se ha dicho reflejan intervenciones de diferentes  momentos. La que da a la carretera esta revocada, con vanos adintelados y enrejados en las tres plantas, y conserva en alguno de sus vanos de la planta principal carpintería de "cuarterones" o casetones.

IHA_10En el interior destaca por su espectacularidad la caja de la escalera que en la planta noble se bifurcan, accediendo desde el rellano a un amplio espacio distribuidor a través de dos grandes vanos en arco carpanel. La caja de la escalera se cubre con cúpula sobre pechinas, siendo aquella gallonada y con lunetos. Está totalmente policromada (y restaurada) y parece esta decoración pictórica de carácter decimonónico. Desde este espacioso distribuidor se accede a las salas y estancias principales que conservan puertas antiguas de cuarterones; algunas de ellas tienen forjados planos de madera, a base de vigas de madera sencilla, vigas puente con transversales de bovedillas de revoltón, etc. Se conservan allí obras antiguas de distinto interés, como las dos columnas de orden jónico, colocadas entre los dos arcos de acceso a la escalera citada.

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El conjunto es muy notable y responde a una arquitectura tradicional, de lo que llamamos torres y situable en el siglo XVII, con numerosas remodelaciones en las que parecen de mayor entidad las realizadas a mediados del siglo XIX, tras la adquisición de la finca después de su desamortización.