Casas de campo, granjas o chalés.
Muy característica en el término que abarca la confluencia de los rios Gállego y Ebro, la torre consiste en un habitat rural disperso, consta de zonas de vivienda, dependencias para la explotación agrícola y ganadera y de un terreno circundante. Se encuentran aisladas en el campo y alejadas de los nucleos urbanos.
La torre daba respuesta funcional a la necesidad de alojamiento de los trabajadores del campo, al acomodo del ganado y al almacenamiento de los aperos y productos agrícolas. Los propietarios disponían de sus propias dependencias y disfrutaban de ellas en la época estival o con motivo de alguna celebración social.
"Cuando se trabaja con fe y con alegría no se tiene derecho a nada, ni siquiera al éxito; se está pagado de antemano"
(Sacha Guitry)

